En 1955, el comité encargado de proponer a la Academia Sueca el premio Nobel de literatura eligió entre 55 candidatos a la danesa Karen Blixen. No obstante, hubo un miembro del susodicho comité, un tal Eyvind Johnson, que informó en contra, alegando que la Academia ya llevaba concedidos demasiados premios a escritores escandinavos, y que iban a quedar como una verdadera pandilla de horteras de provincia; y se puso a cabildear a favor del italiano Salvatore Quasimodo.
A quien le fue otorgado el Nobel de Literatura de 1955, para mundial asombro. Karen Blixen murió tres años más tarde, sin galardón. Y el tal Eyvind Johnson, a pesar de su condición de miembro de la Academia Sueca y del comité Nobel, fue ascendido a la gloria quince años después, en 1974, incorporándose así a la larga lista de señores que han ganado el premio más prestigioso de la literatura sin que nadie sepa por qué.
Tomado de La République des Livres.
Librillo de Ramón Buenaventura 